Creímos que le habían dado una pedrá. Cuando llegó mi padre, pasaron unos vecinos y nos dijeron que vieron unos gitanillos con una escopeta de plomo. Entonces mi padre cogió cinta de doble cara y la puso en el cristal, que estaba todo rajado, para que no se siguiera cayendo:
Al final mi padre llevó el coche a su nave, hasta que mañana lunes pueda pedir el cristal y llevar el coche al taller para que se lo pongan. Sinceramente me dio la tarde, pero hay que aguantarse.
P.D esperemos que nos lo arreglen rápido.
Fernando
No hay comentarios:
Publicar un comentario